Limpiando la Casa


Otra cosa es con público o para otro que no seas tú mismo.
Exhibir las entrañas profundas, no es cosa fácil, desnudarse frente a los ojos virtuales de un rostro ávido de novedades.
Mundo virtual en claro exhibicionismo, reculas, titubeas y el comienzo se aletarga en cavilaciones sobre el objeto de culto, el centro de un diálogo que va más allá de tú y tú.
¿Qué puede haber que nos hermane en sentimientos y acciones repetidas desde un aquí que es poco claro y difuso?
Aunque, la respuesta tampoco importa!.
Escribir es un acto honesto desde el alma que te posesiona en un gesto místico y metafísico. Las voces y el escritor, la verdad que se desborda a través de pulsaciones, de códigos aprendidos, de culturas azarosas, de un presente inmerso en un habitar vacío de tiempo.
No, no es bueno arrastrar lastres de pasados tan pesados como la carga de las derrotas, de esas que duelen y que se acallan por años, anidándose silenciosamente en algún vericueto de tu ser inconciente, ajeno al germen que anida dentro de sí.
Enfrentar la verdad, el mal, la fama, la alegría, la superioridad, la propia muerte.
Mirar el rostro amado, despreciado de tu enemigo, del compañero, de la amante de turno; ponerte frente a frente contigo mismo en acto de reconocimiento mutuo.
¿Quién es quién? ¿Tu existencia corresponde a la suma de todos y todas las que habitan dentro de ti?
¿Quién tomará la palabra para ajustar el orden interno de la vecindad de tu alma? ¿Son las palabras que emergen, espíritus en busca de identidad?
El desafío a mirar lo que nos aterra, aquello a lo que rehuímos por temor a perdernos en el dolor.
 No podemos tirar de tanta basura. Hay que limpiar la casa. Cuesta, a veces hasta duele botar cachureos plasmados de un ayer que quisiéramos conservar a punta del síndrome de Diógenes. El vacío, ese que habla de limpieza, del estado espacioso que te devuelve fresca, lozana, a un nuevo comienzo. Gratifica finalmente!! Justifica el recomenzar de cada uno y da cada una de las posibilidades que atesoramos livianamente en nuestra unidad.